IniciaLally, el primer vuelo del Ariane 6, el nuevo cohete europeo, debería haber tenido lugar a finales de 2020. Pero este año, al no ser como todos los demás, se anunció un primer aplazamiento en primavera cuando Las fábricas de la ESA (Agencia Espacial Europea) cerraron por motivos de salud.
Pero según la muy bien informada revista Aerospatium, el cohete no despegará hasta la segunda mitad del año 2022. Un retraso de 18 meses en los planes establecidos en 2017. La ESA debería confirmar esta información en los próximos días.
Del lado de la presidencia de Ariane, si no se informa ningún retraso, la crisis de salud que afecta particularmente a Guyana afecta la construcción e instalación de la plataforma de lanzamiento de Kourou. Cerradas durante más de dos meses, todavía en cámara lenta desde el desconfinamiento, las fábricas de Ariane Group en Guyana están luchando por mantener el ritmo. Si Ariane 5 es el cohete más confiable en la historia del espacio humano, Ariane Group quiere que seaentronizado por su hermana pequeña Ariane 6.
Un Ariane 6 retrasado y Europa atrasada
La empresa europea ha hecho de la fiabilidad su caballo de batalla y se destaca del resto de empresas del nuevo espacio por su bajísima tasa de averías. El cohete Ariane 5 solo ha experimentado una falla en promedio cada 5 años desde su primer lanzamiento en 1996.
Pero este nuevo retraso en el lanzamiento de Ariane 6 sigue siendo una muy mala noticia para la agencia europea que vio cómo su plomo se derretía como nieve al sol, en particular debido al gigantesco progreso del Espacio X en los últimos años. La empresa de Elon Musk fue la primera en desarrollar lanzadores reutilizables. Ahora se espera que juegue un papel clave en el programa Artemis de EE. UU., Que planea devolver a los hombres a la luna para 2024.
A seSector privado en auge
El desarrollo más general del sector privado en la industria espacial está debilitando los planes de Ariane Group. La compañía europea había hecho del despliegue de satélites geoestacionarios su prioridad, pero la llegada de nuevos jugadores como Space X y Longue Marche, el lanzador nacional chino. El espacio de órbita baja, donde se lanzan la mayoría de los satélites, se ha vuelto muy accesible para las empresas privadas. Por lo tanto, el desarrollo extremadamente costoso de un cohete como Ariane 6 no podrá rentabilizarse utilizando solo esta fuente de ingresos.
Donde Ariane 5 había logrado establecerse entre los lanzadores pesados como la referencia absoluta A lo largo de la década de 2000, a partir de 2009, CNES, la agencia espacial francesa, recomendó que la ESA desarrollara un nuevo lanzador para adaptarse a los cambios del mercado. Si el lanzador Ariane 5 conserva una posición dominante en el mercado actual, Ariane 6 casi tendrá que empezar desdeEl cero para ganar cuota de mercado, ahora adquirido por Ariane 5.
Pero Europa quiere mantener un lanzador pesado y Ariane 5 ha tenido su día. Incluso si Ariane 6 estuviera perdido, el lanzador ofrece una autonomía e independencia significativas para la Unión Europea, ya que la militarización del espacio es mayor que nunca. Hoy en día, la mayoría de los contratos de cohetes Ariane se firman entre jugadores europeos. Otro punto importante, Ariane 5 puede poner en órbita cientos de toneladas, lo que permite el despliegue de varios satélites al mismo tiempo, misiones perfectas para poner en órbita satélites militares o espías.
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